Frágil como un trozo de verdad.

Quieres que luche por cada día que viva, por cada paso falso que de me levante, por cada palabra hiriente sonría y conteste, por cada gota de lágrima una carcajada.

Pero simplemente no puedo, no puedo fingir que todo está bien cuando no lo está.

No puedo. 

¿Crees que la solución es intentarlo  hasta quedarme sin fuerzas otra vez?

Sé lo que es tocar fondo y que este se haga aún más hondo. 

No puedo gastar las fuerzas que tengo para levantarme por la mañana en salir por la tarde. 

Puedo fingir que todo está bien, pero te diré un cosa, un corazón roto no se arregla fingiendo una sonrisa. 

¿Sabes por qué?
Por que por las noches, al roce de las sábanas llora y no hay nadie ahí para calmarlo. Puedo pensar que todo está bien por el día, pero por la noche me derrumbo y sin poder evitarlo me entra el pánico nocturno impidiéndome dormir. 

Soy frágil y me han roto  muchas veces. 

Éramos

Os olvidasteis que solo eramos niños.
Nos hicisteis reflexionar sobre la vida demasiado rápido y nos perdisteis por el camino sin ni siquiera saber que nos habíamos perdido.

Puede que queréis que seamos adultos pero cuando nos miráis a los ojos y veis en ellos un reflejo leve de muestra alma cansada y ya rota os destruye la idea de saber lo que hicisteis.

Pero ya es tarde para cambiar. Para reparar los trozos de un alma rota no se necesita pegamento, se necesita la magia de unos polvos de estrella y mucho tiempo. Porque los cristales cortan y las heridas sanan pero el dolor que sientes es tanto que eso no se cura nunca.

Hay que pensar antes de actuar o eso siempre decís, pero no son más que mentiras y lo sabéis.
Llorar no sirve de nada hija, reír sin motivo es de tontos.
Piensa antes de actuar, todo o nada.

¿Dónde estás tus frases cuando eres tu el que comete los errores?
No hay frases.
Solo éramos niños y ahora solo somos adultos con cuerpos de niños